Vuelvo a tener un blog y no podría ser más feliz con la idea
Hubo una época lejana en la que tuve un blog, cuando Internet no era una fuente de odio sino ese mundo paralelo donde podías dar rienda suelta a tu personalidad más allá de la timidez. Cuando no todo eran ofensas constantes y discusiones que terminaban de la forma más absurda. Cuando escribía Estado de latencia (mi vida, un verdadero drama adolescente…) todo era muy diferente en las redes. No existían ni Facebook ni Twitter ni YouTube ni Instagram ni Spotify ni Grindr ni Netflix. Usar Internet suponía dejar a tu familia incomunicada telefónicamente y esperabas impaciente a las 18:00 horas para poder conectarte a una velocidad paleolítica.
En ese mundo aún inocente y entusiasmado por las posibilidades de la comunicación podía escribir sobre cualquier estupidez y darle una cierta trascendencia sin que nadie tuviera la necesidad imperiosa de ponerme a parir. Podía hacer amistades duraderas a través de los comentarios y cada nuevo post iba seguido de conversaciones nocturnas interminables a través del Messenger.
Ahora, en pleno 2018, abro de nuevo un blog. ¿Por qué lo hago? Probablemente el principal motivo es que me ha entrado un ataque de añoranza. Entrado ya en la treintena millenial, parece que me he visto abatido por los recuerdos persistentes de cuando subía un post y mis cuatro seguidores publicaban un comentario y me desahogaba y me dejaba llevar por la inspiración y la creatividad y todo era una enumeración constante de elementos. También lo hago porque después de cerrar la revista Koult, en la que además de editar, maquetar y promocionar los artículos de varias decenas de colaboradores (agotador), también escribía alguna que otra reseña de vez en cuando. Y tenía muchísimas ganas de volver a hacerlo, aunque sea en este colorido rincón.
Poemas pop va a ser un espacio ecléctico como su autor, mutante y cambiante, donde espero poder dar rienda suelta a esos temas que echaba de menos compartir con todas las personas que los quieran recibir
Por último, este espacio nace porque llevo varios años en los que he vuelto a escribir poesía de forma más o menos constante. Poemas que me gusta denominar pop. Porque la cultura pop es ese combustible para mi vida, para mi personalidad, para el mundo contemporáneo del que tan distante me siento a veces. Los poemas pop hablan de una forma de enfrentarse a los retos del fascinante siglo en el que vivimos. De los veranos cada vez más largos. De los procesos creativos. De la mercadotecnia en el mundo de la cultura. De la mercantilización de las reivindicaciones sociales. De las divas musicales que nos inspiran. De la cultura queer. De todo aquello que forma parte de nuestro pasado y, por tanto, de nuestro patrimonio personal. En Poemas pop también, por tanto, habrá poesía, versos, extrañas reflexiones de carácter psicodélico y quién sabe qué más.
En definitiva, Poemas pop va a ser un espacio ecléctico como su autor, mutante y cambiante, donde espero poder dar rienda suelta a esos temas que echaba de menos compartir con todas las personas que los quieran recibir. En todo caso, si estás ahí, muchas gracias por unirte a este viaje. Yo ya estoy preparado.
Un Olá mundo Pop de este tú amigo que sigue todo lo que haces con el orgullo de una madre hacía un hijo. Ganas de seguir leyendo más cosas tuyas como forma de seguir lo que piensas, lees, escuchas pero, sobretodo, de encurtar las milas de millas que ahora nos separan.
Un abrazo