en Discos

Viaje épico al inframundo

Hadestown es, sencillamente, una obra maestra contemporánea

Hay discos que desde el minuto uno se sabe que van a pasar a la historia. Por uno u otro motivo, por las canciones, por la producción, o por lo que transmite, a veces surgen obras que se convierten en algo superior a cualquier otro proyecto imaginado anteriormente. Hadestown, el nuevo proyecto de Anaïs Mitchell es una obra maestra de principio a fin, desde su concepción hasta su resultado.

Pongámonos en situación. Hace unos años, la artista folk se le ocurrió reunir a un grupo de amigos para componer y ensayar un espectáculo a medio camino entre la ópera y el musical. Se trataba de una historia de tintes mitológicos inspirada en su vida en Vermont, Estados Unidos, un lugar tranquilo pero “donde te sientes aislado del resto del mundo”. Así, narra el mito clásico de Orfeo y Eurídice, convertido en toda una metáfora de los males de la sociedad americana y, por ende, mundial. Desde el calentamiento global y las desigualdades sociales, hasta los muros, el hambre, la muerte, el amor, los conflictos y todas las cualidades del género humano, al fin y al cabo.

A partir del espectáculo, la artista comenzó a contactar con otros músicos para que colaboraran en la grabación de una nueva versión, mucho más compleja y renovada, que se convertiría en su cuarto trabajo de estudio. Así, Hadestown cuenta con un reparto de lujo. El papel de Eurídice lo interpreta la propia Anaïs, mientras que Orfeo está interpretado nada menos que por Justin Vernon (mucho más conocido por su proyecto Bon Iver), o la mismísima Ani DiFranco caracterizando a Perséfone. El papel de Hades sale de la gravísima y profunda voz de Greg Brown, que parece salida desde la mismísima garganta del amo del inframundo, mientras que Ben Knox Miller (The Low Anthem) hace lo propio con Hermes. El reparto lo completan The Haden Triplets que hacen el papel de ninfas.

El resultado es difícil de definir. Rezuma una belleza y una capacidad de sorpresa desde el minuto uno, donde se percibe que esto no es un disco al uso. Esto va mucho más allá, no sólo por la vigencia de las letras, la calidad de las interpretaciones, y por la producción, cercana a lo sobrenatural, de Michael Chorney. Hay en Hadestown todo tipo de cortes y pasajes, desde los más melancólicos y tristes hasta explosiones de melodías de ritmos tan contagiosos como inauditos.

Resulta complicado resaltar alguna de las canciones, ya que todas y cada una de ellas desprenden una calidez y una magia difíciles de explicar con palabras. Es imposible no emocionarse ante las dos partes de Epic con sus coros celestiales. Tararear los estribillos de Way Down Hadestown, conmoverse ante canciones tan emotivas como How long? o If it’s true, lo profundo y actual de Why we build the wall?, los exquisitos interludios musicales, y las canciones del tramo final, de una melancolía desgarradora. Todo esto es Hadestown, uno de los discos con la belleza más sobrecogedora que se hayan escuchado en los últimos años.

Lo mejor es entrar a la preciosa página web dedicada al proyecto, y dejarse llevar por los textos, plagados de referencias, disfrutar de las imágenes que los acompañan y, por supuesto, escuchar esta una obra maestra que está fascinando y maravillando a críticos de todo el mundo y que está llamada a ser uno de los discos de este 2010 que, sin duda, está resultando de lo más gratificante en cuanto a lo musical. Un disco de culto instantáneo llamado a hacer historia.

Publicado originalmente en la revista Koult.

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